Mārtiņdiena (el día de Martín) se celebra el 10 de noviembre en Letonia, marca el fin del otoño y el comienzo del invierno. Tradicionalmente era una fecha en la que se culminaba la preparación del hogar y el campo para el invierno. Se salaba la comida, se guardaba todos los animales y se preparaba la tierra para la llegada de las heladas y las subsiguientes nevadas.
La modernidad desplazó el sentido Mārtiņdiena (se pronuncia martiñsdiena), aunque en los últimos años la celebración se ha retomado, sobre todo con música y juegos para los niños, quienes se disfrazan de figuras míticas o animales del bosque.
Ya no se necesita preparar el hogar ni el campo para el invierno, pero sí se preparan platos tradicionales como ganso asado o pescado ahumado.